El 20 de febrero de 1865 se celebró el derribo de las murallas de Valencia. Este acontecimiento cambió por completo el panorama urbanístico de la ciudad. Se ordenó derribar la muralla junto con diez de las doce puertas que daban acceso a la ciudad, dejando como herencia las Torres de Serranos y las Torres de Quart. En este artículo nos vamos a centrar en el derribo de la muralla de la Valencia cristiana, pero no hay que olvidar que la ciudad de Valencia tuvo anteriormente otras dos murallas: la muralla de la Valencia romana y la muralla de la Valencia árabe.
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Historia
En 1856 las autoridades valencianas decidieron enviar un escrito a Las Cortes solicitando el derribo de las murallas de la ciudad. Se inició una disputa entre el Ayuntamiento y la Capitanía General, ya que querían saber quién sería el titular de aquellos terrenos sin edificar que dejaría la demolición de la muralla. El Ayuntamiento ganó y las Torres de Quart y de Serranos, que en esa época eran prisión militar, se quedaron en poder del estado.
Un sábado 18 de febrero de 1865, el gobernador civil Cirilo Amorós recibió un telegrama real que autorizaba el proyecto de derribo de las murallas. El lunes 20 de febrero a las 16.30 horas, el propio Cirilo Amorós inició el derribo de las murallas junto a la Puerta del Real. Presidiendo el acto se encontraba el marqués de Casa-Ramo como segundo teniente alcalde, los concejales, Vicente Boix el cronista de la cuidad y Baltasar Banquells como secretario del ayuntamiento.
Cirilo Amorós daba el primer golpe a la muralla tras un breve discurso frente a una sociedad entusiasmada ante el derribo de las murallas de Valencia. Posteriormente, más de un centenar de hombres se pusieron a la obra con picos y palas. Entre ellos había bomberos, pero la mayoría eran trabajadores de la seda que, debido a la crisis, estaban en paro. La primera fase de derribo iba desde la Puerta del Real en dirección a la Puerta de Serranos. La segunda fase se reanudó el 3 de noviembre de 1865 desde la Torre Águila, al lado de las Torres de Serrano, hasta la Puerta de la Corona.
La primera fase era abrir un espacio entre la Ciudadela y la puerta de san José. Esto hacía posible la creación de un nuevo barrio al norte de la ciudad. Ese mismo año se demolieron la Puerta del Real y la puerta de San José que anunciaban el destino de las demás puertas, exceptuando las Torres de Quart y las de Serranos, ya que tenían la función de cárceles.
Contexto socioeconómico
Seguramente lo consideremos hoy un delito patrimonial, pero hay que entender sus motivos y conocer el contexto social de la época. Desde nuestro punto de vista se podría haber conservado parte de la muralla, ya que ahora tendríamos un monumento histórico. Sin embargo, en aquella época la sociedad lo veía como algo que estaba ahí, un estorbo sin ninguna función útil. Los burgueses lo veían como un símbolo feudal.
La muralla sirvió de defensa ante la invasión y los ataques extranjeros, pero con los avances en armas como la artillería pesada y los explosivos, la muralla carecía de función. Según Gumersindo Fernández, coautor del libro “Las murallas de Valencia”, la guerra de Crimea dejó huella en la ciudad de Valencia. En ese momento es cuando se dan cuenta los valencianos que su método de defensa se ha quedado antiguo ante las nuevas innovaciones. La muralla ya no es tan fuerte como parecía y empiezan a buscar soluciones ante este problema. El ejército fue el primero en proponer alternativas, como una fortificación mayor para enfrentarse a los ataques.
Sin embargo, la burguesía ya había empezado una revolución contra todo lo relacionado con la muralla. El modelo de ciudad feudal que tenía Valencia se les quedaba pequeño a los burgueses, ya que sus intereses económicos se veían afectados. Les molestaba la muralla, porque no se podía ensanchar la ciudad ni mejorar las comunicaciones. La muralla se consideraba una prisión para la expansión de sus negocios. Por eso, la muralla se convirtió en el gran enemigo de la clase más poderosa, la burguesía.
En aquella época se veía a la muralla como elemento que ahogaba a la población. Además, se crearon muchos intereses en torno al terreno que quedaría después del derribo de la muralla, ya que se revalorizaría por la construcción de nuevas viviendas e infraestructuras de transporte. Por este motivo, los planes del ejército no se llevaron a cabo y prevalecieron otras tácticas de defensa. Por ejemplo, barricadas, túneles, lugares estratégicos, etc. A partir de ahora ya no era necesaria la muralla, con los nuevos planes de defensa y las nuevas armas se lucharía en la propia ciudad.
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Factores
- Dificultad de expansión:
Como hemos dicho antes, la muralla dificultaba la expansión de la ciudad, por lo que había grandes diferencias entre la ciudad intramuros y las poblaciones periféricas. En todo este tiempo, la muralla servía como modelo de sociedad. La ciudad se dividía en dos partes: la zona comprimida dentro del muro y las zonas de fuera. Dentro del muro estaba el casco urbano con las zonas más influyentes y en constante desarrollo. Fuera del muro estaban los arrabales desconectados y marginados. Por este motivo, la sociedad pedía un cambio para mejorar la comunicación entre los distintos barrios y unificar la ciudad, ya que la expansión de la ciudad y el crecimiento de la población era inevitable.
- El cólera:
Otro factor principal para el derribo de la muralla cristiana fue la llegada del cólera a la ciudad. La epidemia marcó a la provincia de Valencia entre 1834 y 1890 provocando miles de muertes. Las pésimas condiciones higiénicas y el desconocimiento de la época son algunas de las causas por las que se expandió tan rápidamente. La práctica de verter las aguas residuales en las acequias ocasionó el incremento de contagios en toda la población. La ciudad de Valencia se encontraba rodeada de huertas y eso hacía difícil la contención de la epidemia. Por eso pedían la apertura de la ciudad para conseguir una mejor salubridad en la ciudad y combatir el cólera.
- La crisis de la industria de la seda:
El mayor factor fue la crisis de la industria de la seda valenciana. Esta industria fue el principal sector de manufactura durante más de un siglo. La Comunidad Valenciana concentraba el mayor centro de seda de España. A mediados del siglo XIX, comenzó la crisis que condujo a su desaparición.
Los empresarios hicieron uso de las innovaciones tecnológicas para mejorar la productividad y hacer frente a la competencia. Por otra parte, las máquinas de la industria se comían la actividad artesanal, es decir, ya no hacía falta la misma mano de obra que antes. En 1854 llegó la epidemia de la pebrina que afectó completamente a la crianza de los gusanos de seda. La producción de seda valenciana cayó a pasos agigantados y la poca seda que llegaba a los telares era de pésima calidad. Esto resultó en malas condiciones laborales, paro, pérdidas económicas y la ruina del sector de la seda valenciana. Es por eso por lo que en el derribo de la muralla la mayoría de los trabajadores provenían de la industria de la seda, que se habían quedado en paro.
Lyon y el norte de Italia competían con Valencia, ya que tenían un mayor tamaño en el sector, mayor capital y ventajas respecto a la ubicación. Los valencianos perdieron el mercado, cuando estas ciudades pudieron abastecerse de la seda asiática a menor precio, gracias a la apertura del Canal de Suez en 1869.
Si tienes algún factor más a añadir en el derribo de las murallas de Valencia, déjanos tus comentarios al final del artículo.
Por todos estos motivos comentados anteriormente, el derribo de las murallas de Valencia se hizo realidad el 20 de febrero de 1865. Un monumento histórico y social que dejó huella en la ciudad de Valencia, aunque hoy en día sea prácticamente invisible.
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